22/5/04

Cronología del silencio



España disipó a tiempo la cortina de humo que el PP tejió en torno al 11-M. Ésta es, minuto a minuto, la historia de una gran fábula contada contrarreloj.

21-03-04 - Enric Hernández (El Periódico)

Ganar tiempo. Ésa fue, probablemente, la obsesión del Gobierno tras los brutales atentados del 11-M. A sólo 72 horas de las elecciones generales, José María Aznar sabía que, de confirmarse el origen islámico del zarpazo terrorista, España castigaría al PP por haber apoyado la guerra de Irak. Y también que, si calaba el bulo de que la masacre era obra de ETA, la previsible ola de solidaridad beneficiaría al PP. De cómo se dosificara la información dependía en gran medida el resultado electoral.

El pasado jueves, el Gobierno difundió un relato cronológico de los hechos deliberadamente moldeado para defender su actuación en aquellas trágicas horas. La que sigue es otra cronología de esas tres jornadas, reconstruida a partir de las informaciones recogidas en tiempo real por este diario en las horas posteriores a lamatanza de Madrid.


Pesquisas sobre el terreno

JUEVES, 11 DE MARZO. 07.37 horas.

En plena hora punta, cuando miles de pasajeros se dirigen medio dormidos al trabajo, estalla en la estación de Atocha la primera de las 13 mochilas bomba distribuidas en cuatro trenes de cercanías. Madrid amanece entre columnas de humo, despierta teñida de sangre. En menos de una hora, agentes de los servicios de información empiezan sus investigaciones.

10.30. La pista islámica.
Calle Infantado de Alcalá de Henares, cerca de la estación de Renfe. Avisada por un vecino, Luis del Moral, la policía investiga una furgoneta blanca. Antes de abrirla, los agentes averiguan por la matrícula que había sido robada en el madrileño barrio de Tetuán, donde viven muchos magrebís.


El hallazgo policial

11.10. Carátula en árabe.
Tras comprobar que no oculta explosivos, los policías inspeccionan la Renault Kangoo, en la que hallan un teléfono móvil, siete detonadores, un guante, varias prendas de vestir y una cinta comercial inserta en el radiocasete del vehículo. Nervioso, uno de los agentes comunica el hallazgo a sus superiores: la carátula de la cinta está impresa en árabe.

12.00. Dudas sobre la autoría.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, tras visitar los escenarios de la masacre, reúne a los mandos antiterroristas en el ministerio. Los expertos policiales desgranan los detalles sobre los atentados y confiesan sus dudas acerca de la autoría. ETA planeaba una masacre, sí, pero el método no concuerda: la ausencia de aviso previo, el explosivo utilizado...
Demasiadas piezas no acaban de encajar, comenta entre otros Jesús de la Morena, comisario general de información antiterrorista. Algunas voces plantean la hipótesis de que el 11-M sea obra de Al Qaeda, pero Acebes arruga la nariz. Apenas presta atención a los reparos policiales sobre la autoría de ETA y las sospechas respecto a Al Qaeda. La gran desinformación empieza a fraguarse.

12.13. La filtración.
En Alcalá, la policía espera a la grúa que debe llevarse la furgoneta a las dependencias de la Unidad Central de Información, donde será analizada. Los traductores de árabe ya están alertados de que deben transcribir a toda prisa la grabación de la cinta hallada en el radiocasete. A esa hora, una fuente policial informa a EL PERIÓDICO que tras hallar la furgoneta las pesquisas apuntan a la pista islámica.

12.25. «Aguantad un poco».
Un responsable de este diario telefonea al móvil de la directora de comunicación del Ministerio del Interior, que ha acompañado al ministro durante toda la mañana. La conversación se desarrolla en estos términos: –Sacamos una edición especial esta tarde y nos dicen que no está claro que haya sido ETA (la autora del atentado). ¿Lo damos ya por seguro pueden ser los [terroristas)
islámicos?, pregunta el periodista. –Aguantad un poco, que aún no lo sabemos con seguridad,–aconseja la portavoz de Acebes.



El enigma

2.45. Las confidencias.
Hace casi dos horas que Aznar ha reunido al Gabinete de crisis. Acebes llega tarde, pero ya ha informado por teléfono al presidente. Colaboradores del ministro aseguran que éste informó a Aznar de «todos los detalles» de la investigación, pero no aclaran si citó la sospecha policial respecto a Al Qaeda. Eso formará parte, tal vez para siempre, de los secretos del 11-M.

12.57. La rotunda convicción.
Ante los vicepresidentes Rodrigo Rato y Javier Arenas; la ministra de Exteriores, Ana Palacio; y el portavoz, Eduardo Zaplana, Acebes es rotundo: «No cabe ninguna duda de que ha sido ETA». Apenas ninguna pregunta. Ni el menor comentario sobre las sorprendentes declaraciones del portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, que por vez primera condena sin paliativos un atentado atribuido a ETA. Acebes cita los precedentes que abonan la «convicción» de que la banda quería sacudir Madrid con una masacre: la intercepción de la caravana de la muerte en el 2000; las maletas bomba halladas en un tren con rumbo a la estación de Chamartín, en Navidad; y la reciente captura de dos etarras que llevaban a la capital media tonelada de explosivos.


13.05. Maniobras de distracción.
Aznar concluye la reunión del Gabinete de crisis y ordena a Acebes que informe a los medios de comunicación de sus averiguaciones «con toda transparencia». Ambos comparecerán de forma consecutiva ante los informadores en la Moncloa.

Mientras el ministro recaba información adicional, Aznar inicia su maniobra personal. El presidente sabe que varios rotativos pondrán en circulación esa tarde ediciones especiales sobre el 11-M. Por eso descuelga el teléfono y llama a los directores de los grandes diarios. «Ha sido ETA, no tengas la menor duda», les garantiza. Idénticomensaje transmite al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

13.30. «Intoxicación miserable».
Entretanto, Acebes se instala en unas dependencias cercanas a la sala de prensa de la Moncloa con su jefe de gabinete, su asesora de comunicación, el ministro Zaplana y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans, entre otros altos cargos. En el comedor del edificio, Acebes se cuelga del teléfono y garabatea en un cuaderno los últimos datos de la investigación.


Omisión consciente

Su interlocutor es el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, quien le relata las últimas pesquisas policiales. A esa hora la policía ya había informado a la cúpula de Interior de que la cinta en árabe encontrada en la furgoneta de Alcalá, aunque pendiente de ser traducida, indicaba que el atentado era obra del terrorismo islámico. Pero ante los periodistas Acebes omite el dato y remacha la consigna de Aznar: la culpable es ETA y cualquier otra hipótesis es una «intoxicación miserable».

14.10. Mensaje televisado.
Aznar ocupa el atril de la Moncloa que su ministro acaba de abandonar. Varias cadenas de televisión retransmiten en directo su comparecencia, seguida por millones de españoles. El presidente lee ante las cámaras un mensaje institucional supervisado por el director de su gabinete, Carlos Aragonés, y el secretario general de Presidencia, Javier Zarzalejos.

Deliberadamente, el texto no menciona las siglas de ETA, pero la culpa inequívocamente de la matanza: «Los terroristas (...) han matado a muchas personas por el mero hecho de ser españoles». «Todos sabemos que este asesinato no es la primera vez que se intenta». «Lograremos acabar con la banda terrorista (...) con la unidad de todos los españoles». Como colofón, Aznar convoca para el día siguiente una manifestación en todas las capitales de España con un lema destinado a plantar cara a los desafíos soberanistas en Euskadi y Catalunya: Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo.

15.10. Misión cumplida.
Gracias a sus gestiones, Aznar logra parar el primer golpe: las ediciones especiales de los diarios empiezan a imprimirse con las siglas de ETA asociadas a la matanza del 11-M. Sin embargo, la de EL PERIÓDICO reseña que, pese a los desmentidos oficiales, el hallazgo de una furgoneta en Alcalá ha llevado a la policía a «mantener abierta la línea de investigación de su equipo especializado en organizaciones terroristas islámicas».

15.30. El viaje infinito.
La policía se lleva de Alcalá la furgoneta a las 13.30, según los testigos. El informe del Gobierno retrasa la hora del traslado hasta las 14.15, y sitúa a las 15.30 su llegada al Complejo Policial de Canillas, donde será analizada. Según estas versiones, la grúa tardó entre una hora y cuarto y dos horas en recorrer los 25 kilómetros que separan ambos puntos.

15.45. Comprobación de la cinta.
La policía, según admitió una semana después el Gobierno, confirma que la cinta contiene una grabación en
árabe. Así lo comunica, de nuevo, a sus superiores políticos, que hacen caso omiso.

15.51. «Casi seguro».
Según el propio Gobierno, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entrega a Aznar un informe en el que considera «casi seguro que ETA es la autora de estos atentados», al tiempo que reconoce «ciertas similitudes» con «los realizados por grupos islámicos radicales ». Un diagnóstico mucho más ponderado que los formulados por Aznar y Acebes.


Telegrama a las embajadas

17.28. Ofensiva internacional.
La propaganda no se circunscribe al territorio español. La ministra Palacio cursa un telegrama a todos los embajadores con la siguiente orden: Deberá Vuestra Excelencia aprovechar aquellas ocasiones que se le presenten para confirmar la autoría de ETA de estos brutales atentados, ayudando así a disipar cualquier tipo de duda que ciertas partes interesadas puedan querer hacer surgir. En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, España presiona hasta lograr que la resolución de condena del 11-M cite a ETA.

18.15. Nueva demora.
Acebes se niega a hacer pública la pista islámica hasta conocer la traducción de la enigmática grabación en árabe. La transcripción revela son unos versículos destinados a la enseñan

18.35. Crispación policial.
Se dispara la tensión entre la cúpula de Interior y los mandos policiales por el oscurantismo del Gobierno. De la Morena, consciente de las motivaciones electorales del ministro, amenaza con dimitir como responsable de la lucha antiterrorista si no se difunde de inmediato que las investigaciones apuntan al terrorismo islámico.
Secunda a De la Morena el jefe de la brigada de información antiterrorista, Ángel Álvarez, quien también ha mantenido discusiones.


Filtraciones al PSOE

La desmoralización de los investigadores llega a un grado que, para forzar al Gobierno a decir la verdad, algunos de ellos informan de sus pesquisas directamente a algunos medios de comunicación, y también a destacados dirigentes del PSOE. Uno de los destinatarios de la información es el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

18.50. La advertencia.
Zapatero, secretario general del PSOE, telefonea a Acebes y le pregunta si es cierto que la policía prácticamente excluye que ETA cometiera los atentados, conjetura que el Gobierno aún se empeña en sostener. Como quiera que el ministro le confirma el hallazgo de una cinta con versículos del Corán, Zapatero le lanza un desafío:«O sales tú a contarlo o lo hacemos nosotros». El ministro informa de inmediato al presidente.

No hay confirmación oficial de una posible actuación del Rey pidiendo juego limpio informativo. Este extremo ha sido divulgado por fuentes que este diario considera absolutamente creíbles.

20.10. Nuevas llamadas.
Aznar mantiene una nueva ronda de conversaciones telefónicas con Zapatero y
con los directores de los diarios. Esta vez les informa por encima de las novedades de la investigación que apuntan al terrorismo islámico, pero ratifica su convicción de que fue ETA la que cometió los atentados.

20.20. Comparecencia forzosa.
Presionado por la policía y la oposición, Acebes convoca de nuevo a la prensa, revela la existencia de una cinta en árabe usada por los terroristas y, restándole importancia, se limita a anunciar: «Acabo de dar instrucciones para que no se descarte ninguna vía de investigación». La «prioritaria», insiste, sigue siendo la de ETA. 45 minutos más tarde, el informativo de TVE recoge las declaraciones del ministro, pero sin destacarlas. En las piezas de apoyo, ETA sigue apareciendo como la única responsable del 11-M. Al Qaeda ni siquiera es citada en antena.

21.30. La reivindicación.
Las agencias de noticias empiezan a informar de que Al Qaeda ha reivindicado ya los atentados de Madrid a través de una carta enviada al diario Al Quds Al Arabi, editado en árabe y con sede en Londres. Los medios públicos de comunicación no se hacen eco de este comunicado, al que el Gobierno niega toda credibilidad.


VIERNES, 12 DE MARZO. 2.40 horas.

Entre los restos de los atentados, la policía encuentra una mochila con explosivos que no estallaron y un teléfono móvil que apunta al origen árabe de su usuario.

11.15. La comparecencia.
Aznar, en la Moncloa, insiste en que ETA es la principal sospechosa, pero rehúsa «hacer quinielas» sobre la autoría de los atentados.

12.15. El malestar.
La insistencia de Aznar en culpar a ETA inquieta a la policía, que sutilmente traslada a los medios de comunicación datos relevantes que Interior se niega a confirmar: que el explosivo utilizado es una variedad de la goma 2 jamás empleada por ETA; que los móviles hallados en una mochila y en la furgoneta sugieren que los terroristas eran árabes... Pese al silencio oficial, o precisamente como consecuencia de ese hermetismo, la hipótesis islámica va cobrando cuerpo.

16.04. Informe del CNI.
Llega al Gobierno un dosier –desclasificado y difundido el pasado jueves por el ejecutivo en el que los servicios de inteligencia cuestionan la veracidad de la reivindicación del 11-M a cargo de Al Qaeda. Los servicios de información de la mayoría de los países, al igual que sus medios de comunicación, ya señalan que la hipótesis más verosímil es que el terrorismo islámico hubiera golpeado a España. EEUU y el Reino Unido, invasores de Irak y también en la diana de Al Qaeda, refuerzan la seguridad de sus redes ferroviarias.

18.00. El desmentido etarra.
Un comunicante anónimo llama en nombre de ETA al diario aberzale Gara y a Euskal Telebista (ETB), la televisión pública vasca, para asegurar que la organización terrorista «no tiene ninguna responsabilidad» en el 11-M. Ante ETB se identifica como el portavoz que el 18 de febrero, también por teléfono, anunció la llegada de un vídeo en el que la banda decretaba una tregua sólo para Catalunya.
Con tal de atacar al PSOE por el caso Carod, a aquel primer aviso el Gobierno le dio toda la credibilidad; a éste último, ninguna.

18.15. «La prioridad es ETA».
Finalmente, y tras reunirse de nuevo con los mandos policiales, Acebes informa
del material incautado en la furgoneta y hallado en la mochila bomba que no explotó, pero no da un solo paso atrás. Mantiene que la «prioridad de la investigación es ETA» pese a que cada vez haymás indicios que conducen al terror islámico.

20.00. Los interrogantes.
En toda España se celebran manifestaciones en repulsa del 11-M. En Madrid, la más multitudinaria, Aznar y Acebes sostienen la pancarta junto a Zapatero. «¿Quién y por qué?», preguntan, a voz en grito y en los carteles, algunos de los manifestantes. Antes de subir a su coche, el presidente escucha a sus espaldas gritos de «asesino, asesino». Se empieza a desvanecer la cortina de humo del PP.


SÁBADO, 13 DE MARZO. 13.30 horas.

En la Moncloa, Zaplana celebra el éxito de las manifestaciones de la víspera, «convocadas por el Gobierno ». Pese a saber que las investigaciones han tomado un derrotero distinto al que desea el Ejecutivo, el ministro portavoz ratifica que «todo apunta» a ETA. 14.30. La colaboración. Acebes vuelve a comparecer en el ministerio. No ofrece ningún dato relevante de la investigación, pero, a la desesperada, da crédito a una noticia publicada por el Corriere de la Sera, al que define como «un prestigioso diario italiano». La información sugiere que el 11-M puede ser fruto de una colaboración entre ETA y Al Qaeda.

16.00. Las detenciones.
Según el informe oficial del Ejecutivo, a esta hora la policía arresta a tres ciudadanos marroquís y dos indios por presunta colaboración con los autores materiales de los atentados. Antes se ha tenido que solicitar la preceptiva orden de detención al juez de guardia en la Audiencia Nacional, Juan del Olmo. Casi al mismo tiempo que el juez ordenaba la detención de los supuestos terroristas islámicos, el ministro seguía señalando a ETA.

17.30. Cumbre policial.
Los mandos policiales presentan a Acebes los datos que consolidan la pista integrista. La reunión refleja la tensión entre la cúpula de Interior y los responsables de la lucha antiterrorista. Dos redactoras de EL PERIÓDICO averiguan por fuentes distintas que se han practicado los arrestos.

19.40. La llamada.
Telemadrid avisa a la policía de que un comunicante con acento árabe ha anunciado por teléfono la existencia de un vídeo relacionado con los atentados.

20.00. La penúltima explicación.
El ministro, con el rostro crispado, cita de nuevo a la prensa para informar de las detenciones. En las inmediaciones del ministerio, próximo a la sede del PP, miles de personas protestan por esta manipulación informativa en la jornada de reflexión.

20.30. La reivindicación.
La policía recoge la cinta de vídeo y, al cabo de dos horas, informa al ministro de que en ella un supuesto portavoz de Al Qaeda se atribuye los atentados.


Domingo, 14 de marzo. 00.45 horas.

Tercera comparecencia seguida de Acebes, que informa de la atribución y alerta de su poca fiabilidad.

A sólo ocho horas de la apertura de las urnas, los españoles ya se han formado una opinión. La fábula del PP, como sus expectativas electorales, saltan hechas añicos.




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